Han sido meses de tiras y aflojas; de luchas y reivindicaciones; pero al final la cordura ha imperado y los jornaleros extremeños y andaluces continuarán cobrando el subsidio agrario. Este "viaje a ninguna parte" al que aluden los sindicatos, aunque el Gobierno niega que sea un sistema idéntico al que había antes del decretazo , reconoce de nuevo que los jornaleros tienen derecho a una prestación y que ésta da derecho a pensión.

La propuesta remitida ayer por el ministro Zaplana a los sindicatos ha sido acogida por éstos con agrado. Tanto ha satisfecho sus principales reinvindicaciones que han decidido desconvocar la huelga prevista para el próximo 20 de febrero. Lo que cabe preguntarse ahora es por qué esa sinrazón de querer cambiar un modelo que, aunque imperfecto, es el mejor posible para esos jornaleros extremeños y andaluces que no tienen trabajo durante buena parte del año. Sobre todo, si como se aprecia, el futuro sistema es un casi un calco del viejo PER.

La restitución del derecho al subsidio agrario ha sido posible gracias a la acción reivindicativa de sindicatos, jornaleros y los gobiernos extremeño y andaluz. Pero también ha sido una victoria del diálogo y de querer entender que el estado del bienestar es un derecho y no una concesión arbitraria del gobernante de turno.