España es, desde hace años, uno de los puntos de referencia internacional de la investigación médica contra el sida, y esa condición ha quedado ratificada con un muy esperanzador proyecto cuyos primeros resultados serán presentados este viernes en la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas que se celebra en Seattle, en Estados Unidos. Por primera vez en la historia de esta infección se ha conseguido frenar la replicación del virus durante más de cuatro semanas seguidas sin que los portadores tomasen ningún fármaco específico tras una combinación de un medicamento contra el cáncer y un prototipo de vacuna terapéutica que data del 2005. El objetivo es encontrar la plena y continuada eficacia de esa vacuna terapéutica, que sería el paso decisivo para poder aniquilar el sida del organismo de quien ha contraído la enfermedad. Hay que subrayar que esta importante aportación de investigadores proviene de centros en los que la sanidad pública y la iniciativa privada coordinan medios y esfuerzos, una fórmula que ha demostrado sobradamente eficacia cuando se trata de joint ventures en las que nadie actúa por una expectativa de lucro sino por solidaridad y beneficio social. El sida todavía requerirá una gran mancomunidad de esfuerzos, y nadie puede olvidar que la mejor política es la preventiva, pero los avances que aportan los tests realizados en España invitan al optimismo.