Las interrupciones del embarazo que se llevan a cabo en Extremadura sirvieron ayer para que oposición y Gobierno regional cruzaran munición. Una estadística citada por el Instituto de Política Familiar señala que Extremadura registró en el 2006 la mayor tasa de abortos entre menores de 20 años. Según esos datos, la tasa de interrupciones del embarazo en ese grupo de edad alcanza al 20%. Ese porcentaje duplica a lo que acontece en otras autonomías.

El diputado popular Juan Parejo tomó esa cifra y se la arrojó a la Junta: "No sé qué hace el gobierno regional para atajar este problema", dijo. La Junta contestó a Parejo indicándole un matiz que, en este caso, es importante: no son lo mismo los abortos de extremeñas, que los abortos en Extremadura. Así, dos de cada tres mujeres que se sometieron a un aborto en la región eran extranjeras.

El aborto ha entrado de nuevo en el terreno de la discrepancia entre los partidos, no solo a nivel regional. Es un asunto tan espinoso, tan doloroso para muchas mujeres pero no solo para ellas, que los representantes políticos deberían hacer un esfuerzo por evitar hacer de él un elemento más de la barricada.