TMtadrid bulle como una cafetera a punto de derramarse. Al paisaje de grúas paradas y terrenos urbanizados sin un ladrillo en pie, al aluvión de todoterrenos atascados en el asfalto sin poder hacer honor a sus 4X4, a la presencia del Gobierno de España, las embajadas, los institutos internacionales, los nacionales, el Gobierno de la Comunidad, el del ayuntamiento, las sedes centrales de los partidos, los sindicatos, los medios de comunicación, y a una cantidad y un tamaño de egos que no hay urbe con su área metropolitana que pueda contener, se suman ahora la crisis de los espías y la operación Gürtel. La Asamblea de Madrid no suele dar muchas noticias. Las mayorías absolutas son así: convierten la vida parlamentaria es un oasis para el partido en el Gobierno y en un áspero desierto para la oposición. Pero, de repente, la comisión de investigación sobre la presunta trama de espionaje le devolvió a la Cámara autonómica su papel central, el lugar donde los elegidos por los madrileños iban a investigar un asunto tan serio. Una semana ha durado su protagonismo. En cuatro días de trabajo y 11 comparecencias, hemos vuelto al oasis: Los dirigentes del PP presuntamente espiados no han llegado a declarar en la comisión porque sus compañeros de partido han llegado a la conclusión de que no hubo espionaje. Y que los vídeos que le grabaron ilegalmente al vicepresidente del Gobierno de Esperanza Aguirre se hicieron durante sus viajes a Colombia y Suráfrica, que, como todo el mundo sabe, no están en la Comunidad de Madrid. La oposición socialista decide boicotear a la presidenta, y se le ocurre empezar por el acto regional que conmemora el 11-M. Les aseguro que, aunque a veces no lo parezca, hay otro Madrid. El que no viaja en todoterreno sino en metro, el que tiene el ego del tamaño de su sueldo de 900 euros, el que compró una opción de una cooperativa de viviendas en esos terrenos urbanizados donde ya no se hará su casa, o los vecinos de Arganda, Boadilla del Monte o Pozuelo de Alarcón que, además, se han quedado sin alcaldes, acusados de corrupción en el caso Gürtel.