TOtbedecer es el préstamo de una incertidumbre, el pago por una supuesta seguridad que nace de la inseguridad; la nuestra o la de una esclava, injusta y mal entendida protección ajena a nosotros: la que teóricamente nos dispensan nuestros seres queridos o esas personas a quienes con desafotunada expresión llamamos superiores. Los humanos vendemos primero lo emocional por lo emocional; después, lo emocional por lo material y, finalmente, lo emocional por lo espiritual... o por nada. Un proceso de decadencia perpetuada a través de los siglos que ha marcado la historia de la humanidad pero no necesariamente la historia de los ricos sobre los pobres o la de los poderosos sobre los no poderosos. Estos días la Iglesia dice y hace cosas ordinarias y extraordinarias. Ordinario es pedir dinero para su sustento a través de la declaración de la renta y extraordinario es invitar a algunos funcionarios a que no cumplan con su deber. Una cuestión de obediencia y de principios.

No dicen que desobedezcan a sus superiores sino que obedezcan a su conciencia. Difíciles tiempos para parte de la Iglesia y muy malos para quien, obedeciendo hoy, acabe con cargo de conciencia el día de mañana.

*Psicólogo social