En algo coincide un servidor con el portavoz de la Conferencia Episcopal, Martínez Camino , en la desautorización del obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte , por el lamentable pronunciamiento de éste sobre la participación de los amigos de ETA en las elecciones. Uriarte está a favor. Martínez Camino, en contra. Cristianos, los dos. Sin embargo, en el caso de Uriarte se detecta un alarmante brote de relativismo en relación con un mandato central de la moral cristiana: "No matarás".

El antecedente es conocido. Hace unos días, el Obispado donostiarra sostenía que no era buena noticia la exclusión legal de las dos listas electorales próximas a ETA pretendían competir en los comicios vascos de 1 de marzo. Como se sabe, eso ha sido impedido por el Supremo, con la posterior ratificación del Constitucional, y también por la vía penal (suspensión de actividades durante tres años, por integración o connivencia con banda terrorista).

Como se ve, la retirada de esas opciones electorales (D3M y Askatasuna) cuenta con el inequívoco respaldo de la jurisdicción penal y los altos tribunales del Estado. A pesar de lo cual Uriarte declaró que la exclusión de la izquierda abertzale es un mal en sí mismo, por muy repugnante que nos pueda parecer el comportamiento de sus dirigentes. La referencia a la conducta de esos dirigentes tiene que ver con el uso de la violencia de ETA, nunca condenada por estos. Así lo formuló él. Sin embargo, la formulación tendría que ser justo la contraria. Es decir: sería repugnante tener que aceptar en la vida política a quienes usan la violencia (Quinto mandamiento), por muy malo que nos pueda parecer su exclusión de una contienda electoral (Derecho de sufragio).

La ecuación es clara. Para Uriarte, el mal mayor es la exclusión de la izquierda abertzale y el mal menor, lo que hace ETA. Para Martínez Camino, y para el que suscribe --quién me lo iba a decir--, es al revés. Su pronunciamiento, en nombre del Episcopado español, afirma que "es objetivamente ilícita cualquier colaboración con los terroristas y con los que los encubren o respaldan".