Periodista

Hamed Abderraman lleva dos años detenido, sin juicio ni derechos civiles reconocidos, en la base naval norteamericana de Guantánamo. Los ciudadanos que hemos abogado porque sus derechos (al margen de sus culpas) sean respetados llevamos esos mismos años sin poder tener opinión sobre su implicación en acciones terroristas en Afganistán. Salvo el brutal régimen policiaco de Kim Il Jong en Corea y el brutal régimen democrático de George Bush en EEUU, hay muy pocos sitios donde se pueda vivir, si a eso se le puede llamar así, tan escaso de derechos. Y viene la paradoja de que los ocho policías que le traen no saben por qué. Salvo que Garzón esté al queo.

Yo no sé qué ha hecho Hamed. Ocho a uno. Qué gasto. ¿Y si no es culpable?