TMte gustaría saber qué piensa el presidente Zapatero de que su compañero Maragall y sus socios del tripartito hayan abierto unas oficinas para que, de manera anónima, los buenos ciudadanos catalanes delaten a los malos ciudadanos que no rotulan el nombre de sus tiendas y negocios en catalán. Realmente pone los pelos de punta saber que hoy en España hay oficinas para que unos ciudadanos delaten a otros por un supuesto delito, como es poner el nombre que a uno le da la gana a su tienda.

A mí me parece que el tripartito catalán no es un gobierno de izquierdas si no que representa a la peor derecha nacionalista, y desde luego lo de poner en marcha estas oficinas es fascismo. Por eso me gustaría saber qué piensa Zapatero, porque a mi lista de desilusiones con el actual presidente estoy añadiendo la de su silencio cómplice con esta situación. Lo que no entiendo es por qué ningún ciudadano afectado recurre a los tribunales, incluso al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo.

Lo de la delación anónima es lo que se hacía en la etapa del terror en Francia, o con la Inquisición en España, y ya digo que estremece pensar que hoy en día pueda pasar algo así. La verdad es que los actuales dirigentes políticos de Cataluña están resultando ser desastrosos no sólo para los catalanes sino para el resto de España. Miembros de las Juventudes de Esquerra Republicana vienen comportándose como los chicos de la porra contra todos aquellos que no piensan como ellos. Declaran enemigos de Cataluña a los que no son nacionalistas y protagonizan actos vergonzosos como el reciente de boicotear y atacar a un grupo de la Plataforma de Ciudadanos de Cataluña que iban a celebrar un acto público.

Estamos asistiendo a un sinfín de despropósitos de los integrantes del tripartito y lo peor, ya digo, son los silencios, el silencio del presidente es especialmente clamoroso. En una democracia no puede haber oficinas para la delación.

*Periodista