Las estadísticas sobre atracos en Vegas Altas y La Siberia no parecen extremeñas. Que esas comarcas hayan sufrido una decena de robos violentos a sucursales bancarias en solo un año; que haya oficinas, como la de Caja Extremadura, en la calle Juan Casado en Don Benito, que ha sufrido dos asaltos en solo un mes...es un hecho insólito en estos pagos, pero por serlo ha generado ya la lógica preocupación del sector de la banca y de los usuarios.

Esta oleada de atracos pone de manifiesto además que, en muchas ocasiones, las medidas de seguridad pasivas con que cuentan las oficinas bancarias son inútiles, porque basta que los atracadores sean violentos y expeditivos, y a los que no les importe amenazar con un arma como les ocurre a los mencionados aquí, para conseguir lo que se propongan.

Es preocupante que a pesar de que la policía ya ha detenido a cinco personas acusadas de atracos en la zona, éstos continúen. También inquieta la sospecha de que los autores de los últimos asaltos, como lo eran los detenidos, sean de la comarca, según se deduce de la rapidez con que desaparece su rastro. Que en Vegas Altas y La Siberia haya gente tan decidida a cometer hechos tan graves no es precisamente tranquilizador.