WHw abía gran expectación por escuchar ayer el mensaje del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en Tribuna Barcelona, foro de debate patrocinado por el Grupo Zeta. La comparecencia del presidente se producía en un momento en el que hay nuevas sombras sobre el proceso que debe conducir al final de ETA; y sólo unos días después de la importante cumbre hispano-francesa celebrada en Girona. Ante estos focos de interés, el presidente mostró su semblante más optimista al afirmar que España está en el mejor momento de su historia contemporánea. Tal aseveración, que desborda el famoso "España va bien", de su antecesor, fue argumentada con una batería de datos que, ciertamente, confirman que el país todavía no ha agotado el positivo ciclo económico que disfruta desde hace más de una década. Crecimiento, creación de empleo, superávit de las cuentas públicas, fondo de reserva de la Seguridad Social e inversiones en infraestructuras fueron algunos de los parámetros manejados por el presidente y que admiten poca contestación. De hecho, es significativo que la oposición del PP no haga, en una legislatura tan dura como esta, caballo de batalla de la política económica. Más parco se mostró el presidente al hablar del País Vasco. El robo de 350 pistolas en Francia por un comando de ETA parecía el golpe de muerte para la esperanza de paz. Pero Zapatero mantiene su fe en un proceso que, será largo y difícil, pero, según él, acabará bien.