Escritor

Extremadura tiene una orquesta sinfónica, y desde esta columna saludamos su aparición hoy va para dos años, y nos alegramos y nos conmovimos escuchándola, y la llenamos de elogios a sabiendas que estaba en sus inicios, pero lo eran de gran esperanza. Sabíamos que por ejemplo la orquesta de RTVE, cuando fue creada allá por el año 1966, tuvo un primer director de gran prestigio llamado Igor Marquevic que tardó exactamente un año en hacer su primera aparición en la sala del Monumental en Madrid, y allí estuve yo en un día inolvidable. Cuando aquí en Extremadura, con apenas unos días de ensayos, comenzó la orquesta extremeña a dibujar su camino, nos sorprendimos. Evidentemente, los músicos que había en el año 1966 no son los que hoy tenemos, ni las enseñanzas son las mismas, ni el mundo ha avanzado en la enseñanza ni en la técnica de la dirección de orquesta, como ahora ha avanzado. En 1966, Bernstein era desconocido en España. Conocemos a Bernstein por la película West Side Story. A España viene a dirigir por los años 80 y está muy enfermo. Conocíamos a Celibidache, a Scherchen, pero lo nuestro era Arbós, Esplá, Ataulfo Argenta, que muere haciendo el amor en un garaje con el coche en marcha. Es la primera vez que nos enteramos que los gases de un automóvil matan, y lo raro era que no lo supiera un director de orquesta. Hasta en esto hemos avanzado. La muerte de Argenta fue un drama y dio paso a Spiteri, que tocaba la flauta en la banda de música del Ayuntamiento de Madrid, y al gran Pedro Pirfano, aquí en Badajoz nadie sabe por qué no lo han invitado a dirigir la Orquesta de Extremadura. Somos cainita y eso es lo que nos pasa. A la izquierda también. Bueno, he seguido dentro de lo que cabe a esta orquesta nuestra, hasta que dejé de seguirla y retomarla varios meses después. La última Orquesta de Extremadura que he escuchado en el Teatro López de Ayala en Badajoz, el cambio es sustancial y profundo. La profundidad que transmite este instrumento de instrumentos, es sobrecogedor. Los maestros rusos han hecho un gran milagro. Tiene esta orquesta hasta su propio sonido y lo mejorará todavía más.

El público es otro cantar. No estaba lleno el teatro. Los que estábamos nos faltó valor para que de una noche como la que estábamos la hiciéramos inolvidable. El alcalde no ha asistido nunca a un suceso como éste. Prefiere que lo insulten en el Carnaval, y al director don Jesús Amigo, felicitarlo.