La regularización de inmigrantes que acometió el Gobierno en febrero del pasado año ha supuesto en la región que casi 2.500 extranjeros en situación irregular obtuvieran los ansiados papeles . Desde ese punto de vista, ese proceso ha sido positivo puesto que ha dotado de derechos --y de deberes-- a inmigrantes que antes carecían de ellos. Pero, a la vez, y como se temía, no ha sido efectivo para disminuir el colectivo de personas que se encuentra en situación irregular: antes de febrero del 2005 había en Extremadura 7.000 sin papeles , y un año después hay... 7.000 sin papeles . De donde se deduce que el fenómeno de la inmigración es imparable, y que para controlarlo no es suficiente, aunque sea necesario, hacer regularizaciones periódicas.