WLw a Garganta de los Infiernos ha vuelto a arder durante este fin de semana. Ayer, el fuego quedó oficialmente controlado, pero las llamas, activas desde el domingo en buena parte por la dificultad para acceder al foco, sólo abordable con medios aéreos, han destruido parte del paraje del Collado de las Yeguas. Se da la circunstancia de que este mismo paraje sufrió los efectos del fuego hace apenas dos semanas. Entonces se quemaron casi 300 hectáreas; ahora se teme que al menos otras tantas hayan quedado arrasadas.

De la intencionalidad del primer incendio cabían pocas dudas; mucho menos --de aquél y de éste-- caben ahora. Sólo una gran casualidad podría explicar dos incendios seguidos en la misma zona. Lo más probable es que el incendiario haya buscado hacer ahora lo que no consiguió al principio de mes. Cabe, por tanto, la posibilidad de que el Collado de las Yeguas vuelva a sufrir un incendio dentro de unos días. La Guardia Civil debe extremar la intensidad de la búsqueda de los culpables. Los alcaldes del Valle hablan de intereses cinegéticos en la quema del monte. Es una hipótesis que debería quedar despejada en los próximos días. No es únicamente porque se trate de la Garganta, una reserva de la naturaleza extremeña, un lugar de exhuberante belleza, uno de los emblemas naturales por los que Extremadura es conocida en el exterior..., es por no dar aliento a la impunidad. Porque los incendiarios no campen a sus anchas, porque no crean que todo el monte es incendiable. Porque no crean que van a ganar.