Bajo el festival del mundo se presenta el Womad, desde ayer hasta el domingo, las músicas, el arte y la danza del mundo estarán el Cáceres. La multiculturalidad, el respeto y la tolerancia es el ambiente que arrojan las calles desde 1992. Se prevé que unas 50.000 personas visitarán Cáceres durante estos días, lo que supone una oportunidad para la inversión en el sector turístico y empresarial, siendo, además de una ventana al mundo, a la diversidad y a la cultura, un motor más de riqueza en la ciudad.

De esas riquezas, de esos pequeños hechos y gestos que de estos días se desprenden, me gustaría que se tuviese en cuenta y no se pasase por alto que por primera vez Siria participará, me alegra que aquí sea un país más, que sea un protagonista más, que se le abra la puerta a quienes injustificadamente se les cierra una y otra vez condenándolos a la tierra de nadie, ¿hasta cuándo se van a apartar los ojos de este país? ¿hasta cuándo se va a ignorar tanto dolor?

Paradojas de la vida, mientras desde Extremadura se apuesta por festivales como éste y otras iniciativas para que se llenen nuestras calles de vida, de gente que viene y que va, acompañándolo con campañas y de un trabajo minucioso, constante y silencioso, para que esto suceda, para que Extremadura construya puentes, hay quienes parece que se han propuesto dinamitarlo todo: a una semana de recibir en una ciudad extremeña a 50.000 personas de todas partes del mundo la imagen es un túnel derrumbado sobre un tren descarrilado.

Afortunadamente, no hubo que lamentar daños personales pero el daño a la región y a nuestra cohesión territorial ya está hecho, y es muy profundo. Cuando hasta la seguridad parece cuestionarse, cuando tenemos que decirles de frente que si no nos garantizan eso, que se cierre, es que se han traspasado todos los límites posibles.

Creo que el debate sobre el tren es algo más, se trata de que nos miran como ciudadanos de tercera o quinta, se trata de que mientras algunos hablan de que España les roba, otros, maleta en mano van campo a través después de temer por su seguridad, de que mientras a País Vasco y Cataluña se les entrega 4.000 millones de euros a Extremadura 300.

¿Es esto una idea de país? ¿Esto es la unidad de España?

Mi país, el país que quiero, España, es el país que se construya desde la igualdad, en el que todos los españoles y las españolas seamos, de verdad, iguales.