WGwente de la COPE ha sido pillada manipulando las entrevistas del Estudio General de Medios (EGM) para determinar las audiencias de las radios. Ante la evidencia, la emisora lo reconoce. Pero no pide perdón. La COPE, sorprendida intoxicando el EGM, dice que es este prestigioso instituto el que hace trampas y que ella sólo quería demostrar que el EGM no es fiable. Es como si un ladrón detenido robando un banco dijese que quería demostrar que el edificio tenía mala seguridad. Un dato más: el periodista que dirigía la canallada es José Antonio Abellán , del programa deportivo El Tirachinas , y entre los abusos hechos figura un importante crecimiento ficticio de la audiencia de este programa de la COPE.

La Conferencia Episcopal, especialista en absolver del pecado de la mentira, el insulto y la suplantación --recuerden el incidente con Evo Morales -- a los periodistas pecadores de su propia COPE, tendrá que hacerlo también con sus estafas. Esa indulgencia clerical les salva del infierno, pero en esta vida quien deberá juzgarles es la justicia ordinaria.

Quienes deseen contribuir a que la COPE continúe así por los siglos de los siglos, que olvide el incidente al rellenar la próxima declaración de la renta.