TEtl Atlético de Madrid y la fábrica de cervezas Mahou han pedido al Ayuntamiento de Madrid la recalificación de los terrenos que ahora ocupan, y fuentes del Ayuntamiento matritense han dicho que la propuesta "la están estudiando en profundidad". Cuando un ayuntamiento español dice que una propuesta urbanística la estudia "en profundidad", significa que el resultado serán unos edificios de cimientos "muy profundos" para que lo ocupen muchas plazas de aparcamientos, y muchísimas más plazas por arriba.

El antecedente del pelotazo pelotonero-urbanístico de la capital del Reino tuvo como principal beneficiario al Real Madrid, en dos fases. Primero, una zona verde y diáfana, se convirtió en "las esquinas del Bernabéu", a tropecientos millones de pesetas el metro cuadrado, porque todavía no habíamos entrado en lo del euro. La segunda parte fue mucho más descarada: la ciudad deportiva del Real Madrid, una zona de servicios, la mayoría al aire libre, se transformó en la zona de mayor densidad urbanística de España, albergando tres rascacielos. La bellaquería del escandaloso pelotazo posee datos que convierten la acción en miserable: a los antiguos propietarios de los terrenos se les expropió porque "una ciudad deportiva era un servicio público". Con el tiempo los servicios públicos se convirtieron en beneficios privados, sin que nadie les haya dado a una explicación a los herederos del escandaloso despojo, de lo que podríamos llamar "un robo municipal". Con estos precedentes nadie duda de que al despampanante pelotazo del Real Madrid le siga el inconmensurable pelotazo del Atlético de Madrid, sociedad privada, por cierto, tan privada como la empresa de cervezas Mahou.

Serán rascacielos, apartamentos, torres más o menos gigantescas y mucho centro comercial. Lo que está calificado para jugar al fútbol o para fabricar cerveza aumentará 100.000 veces el precio y se cambiará su recalificación. La tierra para el que la trabaja, decían los comunistas, pero el suelo es para los que saben recalificarlo. La operación es tan descarada y grosera -y tan sustanciosa- que, seguramente, se aprobará en agosto.

*Periodista