Estados Unidos era uno de los países que tenía en mi lista para ser visitado en un futuro no muy lejano. Pero a la vista de la nueva norma acabo de borrarlo de ella. Motivos no me faltan: como ciudadana española y europea considero un atropello más a nuestras libertades la puesta en funcionamiento de la autorización, o norma, que no sé cómo llamarla, denominada ESTA (Electronic System for Travel Authorization), que en la práctica obliga a cualquier ciudadano a solicitar vía internet, 48 horas antes del viaje a EEUU, el permiso para hacerlo. Una vez más el Gobierno norteamericano, despreciando los tratados firmados con la UE sobre exención de visados, pone en marcha esta medida, obligando a cualquier ciudadano europeo a solicitar lo que en realidad es un visado, que, además, no garantiza ni tan siquiera que pueda ingresar en el país. Decisión esta que queda en manos del funcionario de aduanas de turno. Cierto es que EEUU, como país soberano, puede tomar las medidas que estime oportunas en aras de la defensa y seguridad de su nación, pero dado que existen convenios firmados entre la UE y esa nación, por los que se exime a los turistas europeos del visado, creo que la puesta en marcha de la ESTA obliga a la UE a actuar de la misma forma, y, en reciprocidad, pedir a sus ciudadanos lo mismo que a nosotros se nos exige. Las formas y el trato prepotente que se nos dispensa a nuestra llegada a su frontera es otra cosa. No es lo mismo ser un hispano que intenta ingresar a ese país, que ser una americano que viaja a Europa de vacaciones. Con medidas como esta, cada vez será más dificil elegir EEUU como destino turístico.

Maribel Martínez Alvarez **

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