El arroz es el alimento básico más importante del mundo. Más de la mitad de la población depende de este producto para cubrir la mayoría de sus necesidades alimentarias.

En España, según acaban de anunciar las empresas del sector de la alimentación, el arroz sube en enero un cuarenta por ciento. Al precio que se pone un producto de consumo tan frecuente, el arroz dejará de ser el alimento de las personas con menos recursos. Es como decirle a la persona que se encarga de la cesta de la compra la frase tan popular de: que si quieres arroz Catalina . O sea, al consumidor con pocos recursos no le hacen el más mínimo caso. Si hasta ahora se comía paella, a partir del mes próximo no habrá ni pa ella ni pa nadie . El arroz caldoso acabará en aguachirle y el arroz bomba cotizará a altura de misil. Con el arroz por las nubes y los lácteos por encima de cirros y mimbos, el arroz con leche rozará el cielo, como el bogavante. Previsiblemente sólo sobrevivirá en los menús el arroz negro, por semejanza con el agujero del mismo color que el IPC ha agujereado en el fondo de la bolsa de la compra familiar. El fuerte incremento del precio del arroz es otro grano, uno más, que le sale en el trasero a la economía del señor Zapatero. El de las dos tardes en economía.

Por cierto, ahora cuando asistan a alguna boda, en vez de arrojar a los recién casados el precioso producto, guárdenlo como regalo para los contrayentes.

José Fernández González **

Correo electrónico