Historiador

Escucho a la ministra de Asuntos Exteriores hablar balbuceando sobre la cuestión de Irak. Según ella, estamos obsesionados con la búsqueda de armas de destrucción masiva (que por cierto no se encuentran y que fueron la causa de la guerra invasiva, ilegal e injusta que desde nuestro país se apoyó), cuando lo importante es reconstruir el territorio arruinado . Sí, reconstruir el territorio que ellos han arruinado con sus ataques, con sus bombas, con su presencia arrasadora, a la que nos negamos el 90% de los españoles en continuas manifestaciones y protestas.

Así actúa, así funciona el PP. Ellos son puros, inmaculados. Todo lo hacen bien, y el que no lo vea así es que está mediatizado por oscuros intereses. Este es el caso también de los pactos que han de hacerse en municipios y comunidades autónomas tras las elecciones del 25 de mayo, donde no haya mayorías absolutas. Criminalizan a priori --lo hicieron en la campaña electoral y lo siguen proclamando-- cualquier acuerdo de PSOE e IU: los rojos, la coalición social-comunista, la bicha de nuevo. Alertan a la población sobre estos posibles acuerdos, como algo antinatura . Y a renglón seguido ellos se lanzan a buscar concejales y diputados de IU para conseguir hurtarle cuantos gobiernos puedan al PSOE. Eso sí vale. Como dice el secretario general del PP en Extremadura, José Antonio Monago, también castizo como su padre putativo y alcalde de Badajoz, señor Celdrán: "en IU tienen el corazón partío". O sea, que muchos se deshacen de gusto por ir del brazo con la derecha, según él. Sí, todo lo justifican. Todo está bien. España va bien, y lo que ellos hagan es lo justo y necesario, mientras que lo de los demás es condenable y atacable. Como lo fue, cuando el 36, el golpe genocida que ellos todavía se niegan a condenar y del que muchos de los suyos son los más claros herederos.