El personal sanitario del hospital San Pedro de Alcántara está de uñas porque los familiares de las parturientas les tienen la cabeza loca. Ya hay hasta mofas, y cuando alguien pregunta qué ha sido, niño o niña, alguno ha llegado a responder: "Un ladrillo, hemos tenido un ladrillo". Y todo porque hay partes de la techumbre de la zona de Ginecología que amenazan con caerse sobre los propios enfermos. Estas obras sí que parecen el parto la burra.