WLwos datos del Inem sobre el paro registrado en septiembre son, vistos desde Extremadura, como una ducha escocesa. Porque mientras muestran que el desempleo bajó en el conjunto de España en casi 6.000 personas y por primera vez en septiembre --un mes maldito por el fin de los contratos temporales del verano--, en la región extremeña la tendencia fue la contraria: subió en 2.400 personas. Fue, además, la comunidad autónoma española en que el desempleo registró mayor incremento porcentual: el 3,21%, cerrando el peor mes de septiembre de los últimos tres años.

El presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero dijo que los datos nacionales del paro expresan el "buen momento que vive España", y que desde septiembre del 2004 hay un millón más de empleos en nuestro país. En Extremadura, sin embargo, el Inem tiene registrados ahora 2.200 desempleados más de los que había hace 12 meses. Y la Junta justifica esta situación en el final de las tareas agrícolas del verano. El éxito tiene padre, pero el fracaso es huérfano: cuando el paro bajó en 900 personas en julio el Ejecutivo regional lo achacó al éxito de la política consensuada con los agentes sociales. Ahora afirma que la subida es "habitual", como si fuera una maldición bíblica.