TNto me lo han contado, sino que he oído a la ministra Báñez pedir responsabilidad y comprensión al defender en el Congreso el último incumplimiento electoral de las promesas de Rajoy , o sea, la no revalorización de las pensiones según el IPC. Una amiga me dice que no haga caso de demagogias, que la revalorización es una miseria y que las protestas son ganas de hacer carnaza, criticar todo lo que haga el PP y dar alas a la conflictividad social. La ministra Báñez era bastante desconocida para la gente corriente entre la que me encuentro hasta que Rajoy la nombró mandamás en el ramo más castigado de nuestra depauperada patria. Por llegar a donde ha llegado se le presupone no sé si la listeza o la obediencia ciega y disculpen ustedes el escepticismo sobre la limpieza de intenciones de nuestros dirigentes políticos, pero ¿realmente se elige a los más capacitados o solo a los más leales al Partido? Porque esta duda daría para otro artículo, pero reparen solo en la facilidad de palabra y la coherencia del discurso de la inefable Mato , que está dejando chiquita la curiosa y burlada elocuencia de la ya olvidada Maleni Alvarez .

Seguro que las arcas están exhaustas y hay que ahorrar incluso de lo que no se tiene, pero cuando un mes antes Báñez y Sáenz de Santamaría (y esta sí que es lista) votaron a favor de la moción presentada por el diputado de ICV, Joan Coscubiela que instaba al Gobierno "...a revalorizar las pensiones del 2012 en la cantidad resultante del diferencial entre el IPC de noviembre del 2012 y el incremento inicial del 1% aplicado en los PGE del 2012-" una se pregunta qué criterios siguen los ministros, qué forma de improvisar es esta, por qué dan esa imagen de descoordinación y contradicción constante y sobre todo si realmente se ahorra tanto tangándoles otra vez a los ancianos sus derechos adquiridos. Y no me vale, como no le vale a nadie, volver otra vez al cansino discurso de la espantosa herencia. Máxime cuando de esta no se reniega, por ejemplo, para que sus señorías continúen volando "siempre" en clase preferente.