Hoy, 12 de enero, se cumplen diez años de la muerte de Ángel González, un poeta que nos dio luz, versos, amor, ideas y arraigo. Él, que en un poema decía que la muerte era el olvido, sirvan están palabras de recordatorio, hoy, leámosle o cantémosle con el magnífico trabajo que hizo con Pedro Guerra, pero que nunca le olvidemos, está vivo, al lado.
El asunto que esta semana me ocupa y me preocupa son las pensiones. Seguramente, no sea la única que esté inquieta con algo que nos afecta a todos, pero especialmente a los más jóvenes. El gobierno de Mariano Rajoy les ha robado la esperanza y regalado una maleta, ahora sabemos que si el futuro de la pensiones está en su mano, hasta en la vejez tendrán que recordarle como el presidente del Gobierno de España que les arrebató todo: presente y futuro, juventud, madurez y vejez.
El futuro de las pensiones es crítico, generalmente al Partido Popular le gusta presumir de ser muy buenos gestores, como si una mentira repetida mil veces pudiese convertirse en verdad, y en los números eso no funciona.
El gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero entregó a Mariano Rajoy una hucha para las pensiones con 77.000 millones de euros, hoy hay 8.000 mil millones de euros, ¿eso no se llama inconsciencia? ¿despilfarro? ¿o es que tenemos que intuir que están pensando que la única opción es la de privatizar las pensiones?
Este roto en ese cerdito público no es otro que el reflejo de la apuesta que el Partido Popular ha hecho por la rebaja salarial en las clases medias y trabajadores, a pesar de estar creciendo el empleo, gracias a su reforma laboral la precarización salarial provoca que los ingresos a la seguridad social no sean los suficientes.
Trabajadores pobres, pensionistas empobrecidos (sin revalorización del IPC, copago farmacéutico) y jóvenes «en la movilidad exterior». Este es el resumen de su gestión.
El Partido Socialista preocupado y ocupado en las pensiones de este país propone la reforma del sistema de pensiones para garantizar su viabilidad.
Son necesarios más ingresos: atacar el fraude fiscal que supone 65.000 millones de euros y que exista un pacto de rentas para que los salarios puedan subir y así lo haga la caja, hoy maltrecha, de la seguridad social.
Y mañana será otro día tranquilo
un día como hoy, jueves o martes,
cualquier cosa y no eso
que esperamos aún, todavía, siempre.
(Porvenir, Ángel González).
