Historiador

Hace unos días por motivos de trabajo tuve que desplazarme a Santiago de Compostela. En unos momentos de asueto tuvimos ocasión de pasar por las Rías Bajas y escuchamos, con asombro, a un responsable público, perorarnos acerca de cómo este verano las playas de la zona se encontraban más limpias que nunca. Esto que, en principio, parece una evidencia oculta, dado que otros gallegos que nos acompañaban se apresuraron a desmentirlo (lógicamente en privado), no debe suceder en Extremadura.

En nuestra comunidad lamentablemente hemos padecido este verano una lacra catastrófica con los incendios. Pero a nadie se le ha ocurrido (ni Gobierno, ni oposición) ocultarlo. Sobre su dimensión, gestión, proyectos de futuro. Se acepta y de hecho ha sido la primera actuación en la Asamblea, el debate. Allí hemos podido escuchar distintas visiones de un mismo hecho. Pero no se oculta la realidad del desastre. Cosa bien distinta es la utilización de los foros públicos. En nuestra región se abordó el asunto al máximo nivel: en el Pleno parlamentario y con la comparecencia del consejero en la Comisión. ¿Y en el Estado?, ¿porqué no se acepta un debate en el Senado? A lo mejor van a querer tener razón las declaraciones de los líderes de la derecha en el sentido de que es una pérdida de tiempo que dé explicaciones la ministra en dicho ámbito.

Después se lamentan porque los socialistas planteemos una reforma estructural de las competencias de la Cámara. Aprendo con esta diversas percepciones a valorar más lo que somos capaces de construir en nuestro entorno y me ayudan a suscribir, en ocasiones, refiriéndome a Extremadura, las palabras de Fito: lo más lejos a tu lado .