WCwon sentido de la oportunidad, Tony Blair ha convencido a George Bush de que se proponga a los países más desarrollados fórmulas para condonar la deuda exterior de los 18 países más endeudados del mundo. Es una propuesta que se gesta en Londres cara a la cumbre del G-8 (los siete países más industrializados del mundo y Rusia) que se celebrará el 6 de julio en Escocia. Los beneficiarios de esta iniciativa son 14 países de Africa y 4 de Latinoamérica, a los que se les permitirá no devolver los créditos concedidos, que suman 16.700 millones de dólares y que tampoco podían pagar.

El perdón de la deuda que grava a las sociedades infradesarrolladas es una exigencia de los movimientos que piden otro tipo de globalización. Es probable que estemos ante un cambio de actitud claramente interesado. Aun así, hay que tomarlo como un buen precedente, y exigir que esta política la adopten otros muchos países que gozan de un buen nivel de crecimiento, aunque no figuren entre los más poderosos. Ese sería el caso de España, que también podría revisar su balanza comercial y financiera con las naciones menos favorecidas del planeta, empezando por aquellas con las que mantiene mayor relación, en Latinoamérica.