He intentado hacerme el estupendo distinto para escapar del corral de los comunes y huir del Baile del chikichiki de Rodolfo Chikilicuatre , pero no lo he conseguido, un día tras otro, este hombre flaco con pronunciado e impecable tupé, se me aparece de alguna manera con su guitarrita al pecho para cantarme su engendro rapero. La única solución para quitarse de encima un soniquete hipermediático de semejante calibre es aplicándose la terapia del fiscal Fungairiño : nada de televisión, nada de radio, nada de prensa, na de na. Quédate en tu casa, métete en una habitación a oscuras y reza, si tienes los tabiques de rasilla de cinco centímetros, para que algún vecino o vecina cantarines no te recuerden que existe el briquidanse , el crusaito , el maikelyason y el robocós . La verdad es que la canción es más bien sosita, pero tiene una gracia especial, como la de un chiste malo que alguien cuenta con lentitud y sin embargo provoca la carcajada de todo el que lo escucha.

Prefiero la originalidad y comicidad de un friki como Chikilicuatre, a grupos de artificiosos bailongos clonados como los muchachitos guaperas que nos representaron el año pasado, prototipo de cantantes manidos, copia descafeinada de los Bad Street Boys. Chikilicuatre es un ejemplar único y además ha inventado el baile-rap, danza algo muermo, pero de cosecha propia. Algunos opinan que no es una canción sensata para presentarla a un Festival de Eurovisión, pero seamos serios y tomémonos la televisión en broma. ¿Acaso no están las televisiones llenas de ridículos programas que tienen un elevado índice de audiencia? ¿No proliferan año tras año en este festival grupos y cantantes de lo más estrafalario? Además, Chikilicuatre ha sido elegido por votación popular. Está claro, las televisiones proponen y la gente dispone.

Si a usted también le persigue Chikilicuatre, no pretenda hacerse el diferente que no va por la vida de aborregado. Nuestra sociedad es como un redil que diseñan las modas y tendencias de tal manera que ninguna ovejita puede escapar. Perrea, perrea .