O realmente te convences de que están en otro mundo donde la moral es otra --o no es-- y el grado de fanatismo les ha obnubilado definitivamente la conciencia, o resulta imposible digerir las cosas que el veinticinco veces asesino José Ignacio de Juana Chaos , declara al londinense The Times que publica además una fotografía del terrorista debidamente atado a la cama del hospital y digna de ser estudiada por profesionales porque, a primera vista, la postura parece especialmente estudiada para conseguir un mayor efecto entre los lectores. Pero eso es lo de menos.

El tipo que ha matado a 25 personas inocentes no sólo no siente el menor arrepentimiento ni pesar por estas muertes sino que las justifica ¡y de qué forma!: "¿Se puede culpar al oprimido por las acciones del opresor?, ¿se puede culpar a la violada por las acciones del violador?". Resulta atroz que el que ha matado tantas veces, el que ha brindado con champán por la muerte de otros, el que afirmaba que nuestra pena es su alegría, resulte ser ahora el oprimido y el violado y "desde su lecho de muerte" --según The Times -- suplique ahora por la paz.

El asesino De Juana dice al periodista inglés que "no poder vivir una vida normal es muy duro. Sólo aquellos que lo hemos experimentado pueden entenderlo". Pero de quién habla el asesino: ¿de él mismo o de los asesinados, de los secuestrados, de los amenazados, de los que viven con escolta? Quien no puede llevar una vida normal en Euskadi es la gente de bien, ellos son los que lo impiden. Pero va y lo dice, el periódico inglés recoge estas declaraciones y añade por su cuenta algunas consideraciones: dice que está condenado por escribir "artículos de opinión" Y no. Lo califica como "separatista vasco" Y tampoco. Y concluye recordando esta huelga con la del terrorista del IRA Bobby Sands al que, por cierto, el democrático Gobierno de su graciosa Majestad dejó morir. Pues tampoco, porque Sands inició la huelga que le llevó a la muerte para protestar por estar los miembros del IRA en la cárceles británicas, no para obtener la libertad.

Y naturalmente la rueda se hace cada vez más grande y ya se están apuntando todos al futuro: El portavoz del colectivo de apoyo a los presos de ETA, Askatasuna, Juan Mari Olano , alertaba de las "consecuencias dramáticas" que podría tener en el País Vasco la muerte de De Juana mientras su grupo mostraba un cartel con la fotografía del terrorista amarrado a la cama del hospital, sobre la que se leía el eslogan "Democracia a la española". Nosotros, los buenos, podríamos poner la foto de tantos muertos bajo el letrero de "Así dialoga ETA", que no lo vamos a hacer por respeto a las víctimas, pero ahí están con el tiro en la nuca, las manos atadas, sin juicio y sin hospital.

*Periodista