TSti no sale a la primera siempre hay que volver a empezar. Esta semana se ha celebrado en Extremadura un Foro Ibérico de diálogo en torno a los elementos convergentes entre territorios tan próximos como Extremadura y Portugal. Ojalá la plataforma logística, que algunas conocemos de hace tiempo, y la consolidación de la línea del AVE puedan ser resortes estables para formalizar institucional y económicamente la relación entre dos territorios, muy cercanos que deben potenciar su futuro en común. Las plataformas de encuentros en un mundo globalizado constituyen la mejor fórmula para afianzar los retos económicos entre realidades tan dispersas como la que hasta hace algunas décadas eran Extremadura en su convivencia con el país vecino Portugal.

Es de saludar el seguir insistiendo en ese destino económico, político y cultural común entre extremeños y portugueses porque trae, esencialmente, riqueza para ambas partes. Demasiado tiempo se ha vivido de reojo un país del otro y viceversa, torpemente obviando esa realidad económica que pueden ser Extremadura y Portugal. El potencial económico, la proximidad de la existencia de unos puertos de gran proyección internacional debe jugar a favor de la necesaria internalización de los productos extremeños. Cada vez más significados en el mundo de la agroalimentación, y que necesitan dejarse ver en los mercados internacionales y dejar su impronta de gran calidad. Es la marca de la internalización como derecho propio a la que debe aspirar Extremadura sobre un sector, como el agroalimentario, que representa un valor cualitativo en marcados potentes y muy reconocidos a nivel internacional.

Parece ser que las infraestructuras pueden jugar a favor en esta interconexión primaria entre estos dos territorios. Y, por tanto, constituye ese elemento esencial tanto para ambos en relación a las vías de comunicación, claves en la acción del posicionamiento ante el mercado internacional. Lo interesante de este tipo de acuerdos, entre espacios territoriales tan cercanos, juega a favor de evitar la denominada estratégica política, para centrarse más en al geopolítica, esto es, en espacios próximos que se unen irremediablemente para hacerse fuertes en un mercado que ya no obedece a lenguas, ideologías, o sistemas políticos. La virtualidad del mercado está en eso en capaz de romper barreras para que los productos que se quieren vender, no tengan más fronteras que la aceptación del consumidor. Por esto, el escaparate mediático y posicional que para Extremadura significa esta Plataforma Logística con Portugal es la mejor garantía de asumir su propio estatutos económico en el contexto de nuestro país. Esta región debe liderar el camino de estos mercados internacionales, con espacios territoriales próximos si quiere salir del ensimismamiento político de un país, que tiene demasiadas cuentas pendientes con territorios de su pasado.

XDE VEZ ENx cuando, y casi siempre, mirar al vecino de al lado cuando me puede aportar un valor añadido es la mejor fórmula de crecer y caminar. Porque, como mínimo, representa la ventaja de asegurarse nuevos espacios en las que posicionar sus productos, al margen de otro tipo de consideraciones. Aún más, se debería trabajar en fortalecer denominaciones entre estos dos territorios con fuerzas en un mercado que puede ser el Latinoamericano por la impronta que el propio Portugal tiene, en países como Brasil. Puede resultar potente y esperanzador trabajar en esa unión de territorios, más allá de países, en escenarios económicos muy próximos, que en lo que representa la globalización de la economía, significa optimizar recursos, esfuerzos y converger mercados y, especialmente, consumidores en pro del desarrollo de áreas en las que con la singularidad manifiesta de Portugal y Extremadura pueden resultar altamente positivo para escenarios de futuro, al margen de otro tipo de consideraciones que nada tienen que ver con el verdadero rol de la economía de estas zonas geográficas.