No buscan mayor protagonismo que el darle rienda suelta a su pensamiento y utilizar la palabra para expresar sentimientos, emociones y disfrutar con ello. Cada semana decenas de extremeños y extremeñas, hombres y mujeres de todos los rincones de Extremadura y de otros lugares de la geografía española, e incluso del mundo, anónimos y no tan anónimos, manifiestan a modo de comentario sus opiniones, sus reivindicaciones, sus visiones sobre el tema de actualidad que alguno de ellos propone, y con ello no pretenden sino construir una Extremadura diferente, darle contenido a un espacio creado hace ahora un año, al que han bautizado como plaza de la cordialidad, donde un político con importantes responsabilidades --no en vano es la máxima autoridad de la comunidad autónoma-- se quita la corbata para sentarse junto a los vecinos de la plaza y charlar de manera distendida, derrochando humildad y el coraje suficiente para seguir a pie de calle controvertidos y peliagudos temas de la vida política y social que acontecen en nuestro entorno más inmediato. Es la esencia y el sabor más puro de la denominada política 2.0, la fórmula más directa de hacer política con y para la ciudadanía, y una oportunidad excepcional para comprender y conocer el pensar del pueblo extremeño.

Si se dan una vuelta por esta singular plaza se encontrarán con personajes auténticos, incluso se toparán con este que les escribe y otros asiduos columnistas de los medios regionales, que también han sucumbido al encanto y hemos descubierto que los mundos virtuales no lo son tanto, que en la distancia también se pueden crear ilusiones, forjar proyectos y compartir ideas, y que a veces lo más importante en la vida no es que cada cual sea o tenga, sino la disposición de servicio hacia los demás y el deseo de transformar las cosas más cercanas, las pequeñas cosas que suceden en la cotidianeidad de cada cual y con ello contribuir, desde el anonimato o no, a mejorar cada día nuestro pueblo, nuestra región o nuestro país.