De los cerca de 47 millones de personas que viven en España, actualmente unos 8,5 millones de españoles reciben algún tipo de pensión, otros 3,1 millones son funcionarios, con lo que su sueldo lo pagan el Estado, las comunidades autónomas o los ayuntamientos y, por otro lado, según la encuesta de población activa (EPA), el número de parados en España a 30 de julio era de 4.645.500 personas. Así pues, el número total de españoles que reciben algún tipo de ayuda, pensión o reciben su sueldo por parte del Estado supera los 16 millones de personas.

Por otro lado, y según los resultados de la misma encuesta, el número total de asalariados a finales del mes de julio en España era de 18.476.000 personas. Por tanto, según estos datos, en España, por cada trabajador asalariado, aproximadamente hay una persona que vive del Estado. Es decir, estos datos a fin y al cabo ponen de manifiesto que en España el 34% de la población, o sea, uno de cada tres españoles, percibe su sueldo, pensión o ayuda del Estado, de las comunidades autónomas o de los ayuntamientos.

Mientras el paro está aumentando de forma imparable, y mientras el número de personas que precisan de una ayuda para vivir crece cada mes, parece que Zapatero tiene otras preocupaciones. En lugar de proponer medidas e iniciativas encaminadas a la creación de nuevas empresas o ayudas para mantener las empresas existentes, lo único que ha propuesto es la subida del IVA, la congelación de las pensiones y el recorte de los salarios a los funcionarios. O una reforma laboral, muy distinta por cierto, igual que la ampliación de la edad de jubilación a los 67 años. Me parece que el objetivo de Zapatero no es salir de la crisis, sino perpetuarse en el Gobierno.

Pablo Martín **

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