En los últimos días, el presidentedel Partido Popular, José Antonio

Monago, ha enarbolado con fuerzala bandera de que el Gobierno regional tiene en nómina demasiadosasesores, lo cual, en tiempos de crisis, es un dispendio. El asunto ha estado casi toda la semana en primera línea de la agenda informativaporque es un asunto que llega fácilmente a los ciudadanos y le ha reportado presencia mediática. Quees una de las obligaciones de todopolítico que aspire a gobernar.

Monago tiene todo el derecho delmundo a establecer la línea de oposición que estime oportuna y delmodo que quiera, sin embargo, estede los altos cargos, asesores y ayudantes de los responsables institucionales como personal de confianza es un asunto que, por ser serio,debería ser acometido con máximorigor. A Monago le ha faltado porque, siendo una denuncia que descansa en números, ha dado cifrasdistintas en distintos momentos yse ha contado como asesores a quienes su labor no es exactamente deasesoría. El resultado es una denuncia confusa que corre el peligro deque el ciudadano la reciba comouna de esas peleas entre políticosque se apagan cuando finaliza suformulación.