En las últimas fechas se están produciendo algunos indicios de que el crecimiento económico y de empleo de los últimos años está perdiendo cierto vigor. Se está utilizando la palabra crisis con ligereza, en ocasiones de manera interesada, pero ésta no existe como tal actualmente, ni en la realidad económica ni en su vertiente puramente técnica.

Bien es cierto que se están manifestando algunos aspectos preocupantes en la evolución de la economía estos meses fruto del final de un ciclo. Esto es algo que CCOO venía advirtiendo desde hace mucho tiempo y sobre lo que el sindicato ha venido realizando sucesivas propuestas que no han sido adecuadamente atendidas.

Así, debido a la fuerte dependencia del mercado de trabajo de sectores intensivos e inestables para el empleo, como la agricultura, la construcción o los servicios de escaso valor añadido, en momentos de incertidumbre económica como el actual, crece el desempleo y la precariedad. Este aumento del paro se ceba además en los colectivos más vulnerables y menos protegidos como las mujeres, los jóvenes y los inmigrantes. Y esta inestabilidad tiene también un reflejo en la ralentización de inversiones, de los movimientos de capitales y en el incremento de los factores psicológicos recesivos.

Asumiendo que en estas fases hay que ser cautelosos y huir de discursos catastrofistas de los que se benefician los intereses más especulativos y socialmente menos solidarios, hay que encarar esta situación sin recelo y defendiendo un modelo social y económico que se base en la generación de más y mejor empleo y en la creación de un tejido productivo fuerte que haga posible, con sus aportaciones, la consolidación de un sistema de protección social amplio para el conjunto de la ciudadanía.

Para ello es necesario profundizar y acelerar de manera inmediata, la concertación social en Extremadura en aquellas cuestiones que favorezcan la confianza y la estabilidad económica y social, sobre todo en el terreno del empleo, la formación y la cualificación, el desarrollo empresarial y sectorial y la negociación colectiva. En este sentido, tiene una trascendencia especial la negociación colectiva en el ámbito de la empresa y del sector. Esta debe alcanzar en la región una posición estratégica, porque no tendría sentido avanzar posiciones muy preponderantes en el marco institucional de la concertación social y que ésta siguiera raquítica en el marco sectorial y de la empresa.

Por otra parte, se hace necesario un incremento de la cobertura en prestaciones sociales y servicios públicos, pensando sobre todo en aquellas personas y colectivos más afectados. Esto es difícilmente compatible con las rebajas de impuestos que los dos grandes partidos proponen en el contexto de la confrontación electoral.

XCON DATOSx del Euroestat, España sigue siendo uno de los países de los 27, con menor carga fiscal y menor gasto social. Sería conveniente, y es posible, incrementar la carga fiscal en la parte de los impuestos directos, vía IRPF, frente a los indirectos. Porque las cuentas públicas deben estar bien provistas para afrontar un previsible aumento de la protección y el gasto social y de las necesidades de reconversión del modelo de crecimiento, atajando de una vez por todas nuestros grandes déficits diferenciales.

Es esencial aumentar el gasto en educación y en formación para incrementar la productividad del trabajo y dotar de más fondos a la investigación, innovación y desarrollo, para mejorar la competitividad de las empresas, en aras a invertir la tendencia negativa de nuestra balanza comercial. En esta misma línea, sería conveniente aminorar la carga impositiva indirecta, del IVA, en aquellos productos básicos y que, por la acción especulativa y las trabas existentes aún en nuestro sistema productivo y de distribución, están resultando más inflacionista y consiguientemente perjudicando más al bolsillo de las personas más desfavorecidas.

Para activar la demanda interna, cuesta entender que desde el Gobierno no se tenga una posición más contundente con el fin de conseguir que el Banco Central Europeo baje los tipos de interés. Los precios están creciendo por encima de los salarios y el repunte inflacionario en España y en Extremadura se debe básicamente a los desmedidos e incontrolados beneficios empresariales, a la dependencia externa con una balanza comercial fuertemente negativa y a la estructura de distribución e intermediación de los mercados internos.

En estos momentos son más necesarias que nunca también, las políticas laborales destinadas a impulsar la estabilidad contractual. Desde la autoridad laboral y la Inspección de Trabajo deben reforzarse las políticas antifraude, tanto en la contratación, como en aquellas supuestas reestructuraciones empresariales que aprovechan estos momentos, forzando y aliviando costes laborales, para mejorar beneficios, amparándose en la coyuntura de la incertidumbre económica.

En situaciones de estas características es más necesaria que nunca la presencia del sindicalismo de clase. Su capacidad de propuesta y respuesta ágil y eficiente, junto a su concepción ideológica del interés general, lo hace el arma más eficaz ante la incertidumbre de los trabajadores y las trabajadoras, frente a las dudas y la insensatez empresarial.

*Secretario general de CCOOen Extremadura.