Se resistió por activa y pasiva pero sus dotes de negociador, reconocidas incluso por sus adversarios, no lograron convencer a José Luis Rodríguez Zapatero de que le diera un puesto en el que se cuezan los tejemanejes de la política, y no la cartera de Interior que, con un largo ciclo de violencia a la vista, no proporciona más que disgustos.

Alfredo Pérez Rubalcaba (Solares, Cantabria, 1951) es perro viejo. No ha abandonado el núcleo duro de poder desde los primeros gobiernos socialistas. Ingresó en el PSOE en 1974 y su experiencia como profesor de química le granjeó puestos relacionados con Educación en los Ejecutivos de Felipe González. Después fue ministro de Presidencia y, gracias a sus dotes de orador, portavoz parlamentario del 2004 al 2006.

Curtido en momentos difíciles, gestionó el proceso de paz. Ahora, se refugiará en dos de sus aficiones, la novela negra y el Real Madrid, para soportar los atentados, los accidentes de tráfico, las pateras naufragadas... Lo que peor lleva.