WNwo hay informe medianamente documentado que no concluya que Extremadura tiene un envidiable potencial en energías renovables. El último es el de la Universidad de Comillas, encargado por Greenpeace. En él se dice que esta región tiene capacidad hasta para cubrir con creces la demanda de electricidad española. Son datos ideales , en un horizonte de 50 años y vistos desde la asociación ecologista, pero que revelan --hay que repetirlo: una vez más-- que está siendo desaprovechada la capacidad de la región de generar energías renovables, y que la Junta es responsable. El Gobierno regional está cumpliendo sólo mínimamente --un 6%, como informó de ello este diario el 19 de septiembre-- con el plan sobre implantación de energías renovables aprobado por el Gobierno y con la perspectiva de llevarlo a cabo en el 2010. La Junta, por su inhibición, tiene además que arrostrar la acusación de que está más pendiente de iniciativas que implican contaminación que de otras limpias , como si el apoyo a la refinería, que supondrá una ocasión de progreso para Extremadura, fuera incompatible con el de los proyectos renovables. Es tan incomprensible la atonía del Gobierno regional, de izquierdas, que el PP le está tomando la delantera y le está criticando por ello.