WEwl PP vinculó ayer la probable excarcelación en los próximos meses de decenas de etarras que se encuentran en prisión al "entreguismo" del presidente del Gobierno a ETA y a "un pago adelantado a la banda". De nada valió que se anunciara ayer la decisión de la Audiencia de retrasar la salida de la cárcel de Henri Parot al imputarle un nuevo delito de incitación al terrorismo, que puede suponer una nueva condena de entre 9 y 32 años. Ni que Fernández de la Vega recordara que "no se hace nada que no se haya hecho antes". Y, efectivamente, así es: durante los gobiernos del PP salieron en libertad 64 etarras condenados a penas superiores a 20 años. Con la ley en la mano, el Gobierno no puede tomar otro camino que aplicar el Código Penal vigente cuando los terroristas fueron juzgados. Acusarle de connivencia con los terroristas como ha hecho Eduardo Zaplana --cuando, por ejemplo, las detenciones no han cesado-- es una burda explotación de los sentimientos de las víctimas del terrorismo, cuya asociación teledirige el PP. Y, sobre todo, refleja la irresponsabilidad de un partido que se dice de gobierno, pero no duda en manipular a la opinión pública aunque con ello obstruya la esperanza de un proceso de paz.