Las próximas elecciones legislativas, previstas para marzo del 2008 --aunque puede haber un adelanto de pocos meses-- se presentan con un resultado incierto. El PSOE, según la encuesta de GESOP que ayer publicaba EL PERIODICO EXTREMADURA, conserva todavía una ventaja sobre el PP, aunque esta se reduce a solo 2,2 puntos. Esa distancia fue de 4,9 puntos en las elecciones del 14 de marzo del 2004. Sin duda, el desgaste sufrido por el Gobierno de Rodríguez Zapatero tras el abrupto final del proceso de paz con el atentado de Barajas y la implacable campaña del PP sobre asuntos como la concesión de prisión atenuada al etarra De Juan Chaos han erosionado las bases electorales socialistas. Sin embargo, la distancia entre ambos partidos aún fue menor (1,5 puntos) en octubre del 2005, en pleno rifirrafe por el Estatuto de Cataluña.

La estrategia muy agresiva del PP no ha servido, de momento, para que se produzca el sorpaso. Rajoy ha conseguido mantener la unidad de su electorado tradicional tras la derrota traumática del 14-M pero no parece que haya encontrado nuevos caladeros de votos ni que haya crecido como líder. Es bastante menos popular que Zapatero, genera más rechazo y son una minoría quienes le ven como futuro presidente. Dado que es descartable que a estas alturas Rajoy lleve a cabo su tantas veces anunciado giro al centro, estamos abocados a vivir meses de gran tensión con el terrorismo como estrella y con la crispación al alza. Es seguro que los resultados de las próximas legislativas dependerán, precisamente, de si el deterioro del clima político favorece la abstención o, al contrario, resulta movilizador.