Veinticuatro años jugando con las cartas marcadas". La ocurrente frase, utilizada por el señor Díez Solís en el más impecable lenguaje de los tahúres para referirse al presidente extremeño, tiene el mérito de combinar la más insultante de las charlatanerías con una gran habilidad para no decir nada. Y aunque le admito que como entrante de campaña no es del todo aburrida, cualquiera podría, si a su gabinete de imagen no se le ocurre algo mejor, proporcionarle varios cientos de la misma guisa, que con idéntico afán ofensivo se prodigan allí donde la vulgaridad oculta la elegancia, y las más bajas pasiones destierran a la razón.

Es curioso, porque el autor de la ocurrencia, después de dirigirse a Ibarra como si fuera un tramposo , eso sí, sin arriesgarse a pronunciar esa palabra, se desespera ante la duda sobre la posible candidatura del presidente, y exige, como si en su derecho se encontrara, información al respecto, a fin de proceder a elaborar una estrategia, según dice. Y es que, claro, el que el presidente le facilite a la oposición ciertos datos sería una ayuda para el secretario general del PP extremeño, ¿cómo no?, que en su desesperación por mejorar los resultados electorales de su partido se encuentra ya sumergido en plena campaña, mezclando, según se contaba en este mismo periódico, churras con merinas , y Valdecaballeros con Cuba, al respecto de lo cual pretendía comparar al presidente Ibarra, elegido según nuestro sistema democrático como fruto de unas elecciones libres, iguales, y secretas, por la mayoría de los extremeños, con Fidel Castro .

XY COMOx de atacar a la Junta se trata, corea con la boca chica , en busca de votos, los eslóganes de los que se oponen a una refinería, que pocos parados se atreverían a rechazar, a sabiendas de los puestos de trabajo directos e indirectos que puede proporcionar y el desarrollo que en todos los órdenes conlleva.

¡Claro que entiendo que algún propietario de viñedos prefiera, aun sin renunciar a los pesticidas, insecticidas, plaguicidas, herbicidas, y otros venenos usados en sus campos, que los trabajadores extremeños se busquen la vida en el País Vasco o en Cataluña, antes de arriesgar la imagen de sus caldos! Al fin y al cabo, siempre podremos irnos a trabajar a Bilbao, Huelva, Tarragona, Castellón, la Línea de la Concepción, A Coruña, Puertollano, o Tenerife, donde gracias a sus refinerías abunda el trabajo y disfrutan de riqueza, servicios y bienestar asumiendo a cambio, y sólo hasta cierto nivel perfectamente contabilizado, un mínimo efecto sobre el ambiente, como aquí asumimos que se abonen los sembrados con nitratos, o que se fumiguen, con toda la contaminación sobre aire, tierra, agua, y ecosistemas en general, que implica, para mejorar las cosechas. Lo que no puedo creerme es que en general el PP se oponga a la riqueza que generaría la refinería...

Otro tema es el del cementerio nuclear, que nadie quiere y que nadie pretende instalar, pero al que el señor Díez pretende sacarle partido electoral, antes de que se agote como tema.

Vamos, señor Díez, que como estrategia electoral, mentiría si le digo que espero que sus pataletas le sirvan, pero sobre su incontenible deseo de que se vaya Ibarra, reconozco que tanta pasión, a la fuerza, me impresiona, aunque no alcanzo a comprender su esfuerzo, porque supongo que no habrá pensado, ni por un momento, que el PSOE no cuenta con más de cincuenta Ibarras , igualmente preparados para dirigir la comunidad, y que lo harán tan bien como Juan Carlos, cuando éste se jubile, e impulsando las políticas sociales características de la Junta en vivienda, bienestar social, sanidad, desarrollo rural, educación, etcétera, tan alejadas, por su perspectiva de servicio a la comunidad, que no se basa en la especulación de las políticas de ustedes y que ha transformado lo que antes era la finca privada de unos cuantos señoritos , en una Extremadura próspera y de todos los extremeños, que aunque se lo podamos parecer, no somos tontos, y valoramos un Gobierno regional que no pierde su tiempo en sólo hacer campaña.

*Profesora de Secundaria