Hace años, cuando se produjeron brotes xenófobos en El Ejido, éramos muchos los que nos preguntábamos si los incidentes no se extenderían a otra localidades. Pasado el tiempo hemos comprobado que felizmente éstos no se han reproducido. No obstante, quedan asignaturas pendientes. Aún hoy, en parques y plazas, se puede ver a personas que suelen agruparse con relación a su lugar de origen. Algunos de los aquí nacidos continúan sintiendo recelo hacia lo de fuera , como, por otro lado, determinados ciudadanos de otras culturas tienden a convivir solamente en el ámbito de su comunidad. Teniendo en cuenta que es en tiempos de crisis cuando grupos de ideología extremista aprovechan para hacer malintencionadas interpretaciones económicas y trasladarlas al ámbito social, es necesario que la Secretaría de Estado de Inmigración, embajadas y casas de cultura de otras naciones aúnen esfuerzos e intensifiquen sus encuentros con el fin de no poner en riesgo lo que hasta hoy viene siendo una convivencia satisfactoria. España ha demostrado ser un país aglutinador y de integración. No permitamos que como consecuencia de una crisis exclusivamente financiera, grupos interesados intenten cargar culpas sobre los más débiles.

Manuel Cañedo Gago **

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