Nunca creí que unos carteles llevados por personas dignas, para ganarse la vida, pudieran herir tanto la conciencia del señor Gallardón, hasta el punto de decir que no es digno ni para Madrid, ni para el que los ve, ni para el que los lleva. Por favor señor alcalde, la gente se gana la vida como puede, y eso de la dignidad me hace mucha gracia, lo peor es para el pobre que lo lleva todo el día encima de sus hombros, y hay que tener mucha dignidad para hacerlo, y mucha necesidad... Este señor estaba haciendo publicidad, de acuerdo... Pero ¿no hacen publicidad los carteles de las vallas con modelos medio desnudos de ropa interior?... Mire un poquito más allá del señor del cartel al hombro, había un personaje famoso con todo su traje lleno de propaganda de firmas de marca, se vio en televisión... ¿Eso es más digno para usted? ¿Eso no le avergüenza?... Señor Gallardón, a mí me cae usted muy bien, pero creo que con este gesto tan digno se ha pasado y no soy yo sola, estoy oyendo muchas críticas, y es una pena, porque usted tiene muy buena prensa, no la fastidie por querer ser más papista que el Papa...

Mire, yo no soy racista, pero cuando veo que llega un personaje de Africa, o árabe, o lo que sea, pero con influencias y dinero, los reciben como a dioses... Pero luego cuando veo a un pobre negro, con su caja al hombro, vendiendo collares y pulseras, y que lo echen de mala manera, eso señor, no lo tolero, y de eso sí me da vergüenza, y de que en ciertos sitios de Madrid, alrededores y zonas céntricas, haya cosas más vergonzosas que llevar un cartel al hombro para poder comer, y hay que tener mucho valor y dignidad para estar todo el día cargado con el dichosito cartel, que a saber lo que le darán luego, que esa es otra, seguro que eso sí es una vergüenza, lo que les pagan... Así que señor alcalde de Madrid, la dignidad es muy buena, pero para todos, porque todos somos muy dignos, mientras no se demuestre lo contrario...

Mary Durán Calle **

Cáceres