Me llamo Inmaculada y le quiero contar una historia que, a mi manera de ver las cosas, es una injusticia o un mal funcionamiento de la Administración que usted dirije.

Desde que tuve la mayoría de edad he sido simpatizante del partido que representa, incluso me presenté como candidata, dos veces, en la localidad donde vivo, pero estoy viendo que nada de lo que pensaba se ajusta a la realidad.

Esto es lo que quiero contarle:

En junio de 2004 me detectaron células cancerígenas. Hasta septiembre no me hacen una biopsia, la cual tuve que reclamar porque no acababan de llamarme. Ese fue el principio de todo y de la decisión de mandar este escrito. El diagnóstico de la biopsia no podía ser peor, pues es cáncer de pelvis. Así que me hacen una colonización y el ginecólogo dice que si en quince días no me llaman por teléfono, es porque todo está bien y no me tienen que hacer nada más. Se puede imaginar qué días pasé esperando. Pues bien, pasan los quince días y no me llaman, pasa un mes y nada, pero cuando han pasado cuarenta y nueve días me llaman desde el hospital, y en la consulta dicen que hay que operar de nuevo porque el cáncer se ha extendido más de lo que ellos pensaban. El médico se disculpa, que no es culpa de ellos la tardanza de los resultados, puesto que era Navidad y estaban faltos de personal.

Ante esto yo quisiera hacerle una pregunta. ¿Cuando usted sufrió el infarto hubo falta de personal? Le he oído decir muchas veces que todos debemos tener los mismos derechos. ¿Cuándo va a ser eso cierto? Dé una vuelta por Sierra de Gata y pregunte a los serragatinos cómo les va en cualquier ámbito. Las respuestas no serían de su agrado.

Siguiendo con mi historia, le diré que me trasladan al hospital Severo Ochoa de Leganés. Me operan de nuevo y como soy de Extremadura, las revisiones que tengo que hacerme periódicamente debo hacérmelas en el hospital de origen. Y otra vez con los problemas, ya que en la primera consulta, el ginecólogo que me atiende me manda a casa hasta dentro de un año y pasado este tiempo que pida una nueva cita a través de mi médico de cabecera.

Creo que esto no es justo, así que exigí una visita al ginecólogo, el cual me puso un tratamiento para treinta días y al acabar que volviera. Ya han pasado cuarenta y sigo con el mismo problema. Llamo al hospital y ¿sabe usted qué me contestan? Que nadie sabe quién tiene la culpa y que vaya a solucionarlo a Atención al paciente.

Este es mi caso particular, pero me consta que no es el único, hay muchos más en toda la comarca que están descontentos.

Si quiere, tiene tiempo y lee esto, me gustaría tener una respuesta.

Nota: Quisiera que esto lo leyera el director del hospital Ciudad de Coria. INMACULADA IBARRA GONZALEZ. Gata