Escritor

Me encaminé a la cena de la presentación de candidaturas en Badajoz con todas esas prevenciones que tiene uno ante los miting, donde se suele perder con cierta facilidad los estribos y el caballo también. Lo terrible de estas concentraciones es cuando no tienes nada que decir, o dices lo que sabes que es mentira, o trufado por las necesidades apremiantes de unos hechos que te han destrozado el futuro. El presidente Rodríguez Ibarra, estuvo arrebatador. Una hora de intervención que hasta pareció corta, dio de sí, para desmenuzar la realidad española, como necesidad previa a entrar en todos los pormenores de otra realidad española que se utiliza ahora, para no hablar de los auténticos problemas que tenemos por delante, que son las autonomías menores, así consideradas frente a las llamadas históricas, cada día más cabreadas, porque de eso se encarga el actual presidente del Gobierno Central. Qué nos importa en Extremadura, que Batasuna esté ya en lista de los terroristas de Bush. Es decir, que los servicios secretos españoles que se supone doctorados en Batasuna, y en su relación con la CIA, ahora nos enteramos que van a ser activados ahora; es decir, cuarenta años después. Que esto se le diga a los lectores del Hoy, pues entra dentro de la desinformación naturalmente servida, pero son ya al menos dos diarios, El País y el Periódico, que se ha constatado, que la agencia americana de información está enterada de todo hace tiempo. Ahora bien, si lo que se pretende es hacer del País Vasco un Irak en potencia, pues conviene saberlo. Porque lo que vaya a hacer Bush, conviene que nos lo expliquen. En cambio de la utilidad del Senado para el futuro no se sabe nada. Tiene Rodríguez Ibarra, adquirido de por vida, un olfato natural, para llamar al pan y al vino, vino, y decir las cosas por su verdadero nombre, sobre todo para desarticular la maldad y la falacia. En este orden de cosas, cuando se habla de Extremadura, la crítica hay que hacerla de cómo estaba en 1982, y no decir que estamos en los últimos lugares, cuando se nos entregó como unos zorros esquilmada, y en negativo todo.

Todo esto, que forma parte de una verdad incontestable, es la base de un discurso, lleno de inteligencia, de verdad, de sinceridad, que Extremadura entera lo sabe. Y además tenemos un presidente que jamás ha movido un dedo para matar a nadie. El señor Bush, que nos tiene arrecogíos , no puede decir lo mismo. Susan Sontag dice que es un criminal.