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Como decía Churchill, las únicas estadísticas fiables son las que uno mismo ha manipulado. Así, cabe preguntarse si el aumento de presos significa que sube la criminalidad o que aumenta la seguridad. Parece que la duplicación del número de agentes en la calle que supone el despliegue de fuerzas está en relación con una mayor eficacia policial.
Nos alarmamos por el aumento de población carcelaria, que alcanza los 125 presos por 100.000 habitantes, pero en EEUU son 600 presos. En España, tres presos de cada 100.000 lo son por homicidio o asesinato, mientras que EEUU la cifra se eleva a 50 presos. Por eso, más vale seguir invirtiendo en prevención e integración que en el modelo de represión a la americana.
