WEwl Gobierno prevé que el año que viene seguirá la bonanza económica que hemos tenido los dos últimos años. Se ha basado en esta expectativa al cuadrar unos presupuestos para el 2006 en los que, sin subir los impuestos, el Estado gastará un 7,6% más. Aun con este incremento, el vicepresidente económico, Pedro Solbes , ha elegido otra vez el rigor en las cuentas públicas. La previsión es que el conjunto de administraciones públicas, incluyendo la Seguridad Social, registren un superávit del 0,2% del PIB, el segundo consecutivo tras el previsto para el 2005. Unas cuentas equilibradas que cumplen de sobras con los criterios que rigen la zona euro, a diferencia de lo que ocurre desde hace tiempo en los países más cercanos, como Francia, Italia y Portugal.

En la discusión parlamentaria se planteará si la buena marcha de los ingresos del Estado se reparte de forma adecuada. El Gobierno ha optado por invertir en las áreas que nos alejan más de la media europea: la investigación, la educación y las infraestructuras que deben impulsar la productividad, la protección social y los servicios públicos de calidad. También se ha ajustado para el 2006 la distribución territorial de las inversiones. El debate está bien planteado.