WLw as disposiciones razonablemente eficaces adoptadas por los países de la Unión Europea para controlar la epidemia de gripe --y es que ya hay casos confirmados o sospechosos en nueve países de la Unión y se espera que no disminuyan en los próximos días-- no han impedido que afloraran las diferencias en la reunión que celebraron ayer en Luxemburgo los ministros de Sanidad de Los 27. La propuesta francesa de suspender los vuelos con México, foco originario de la gripe, y el proyecto que llevaban en cartera algunos países para crear un banco antiviral comunitario no han salido adelante. Una mezcla de razones económicas y de dudas en cuanto a la eficacia de las medidas propuestas ha dado como resultado un desenlace que es típico en los disensos europeos: dejar sobre la mesa lo ahora descartado por si en el futuro, según sea el curso de la enfermedad, conviene volver sobre lo analizado.

Cierto es que la Comisión Europea y la mayoría de los socios de la UE expresaron de antemano su oposición a imponer restricciones aéreas, pero no es posible desligar esta actitud del conflicto surgido entre las compañías aéreas y aquellos de sus clientes con reservas para viajar a México que quieren cancelar el viaje y que les devuelvan el dinero. De la misma manera que no puede soslayarse que, en caso de suspenderse los vuelos, muchos europeos que se encuentran en México y desean regresar, deberían afrontar no pocas dificultades. De hecho, los vuelos de salida del país donde se originó la infección van llenos y, en cambio, los de ida operan con poco pasaje. Como ha dicho el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, cerrar a estas alturas las comunicaciones con México sería tan poco comprensible como cerrar el establo después de escaparse los caballos.

Así pues, la determinación europea de proporcionar a los ciudadanos una información exhaustiva, además de reforzar las medidas de prevención y coordinación apuntan en la dirección correcta y permiten aventurar que, a un solo peldaño de que la OMS declare la pandemia (nos encontramos en el nivel 5 de 6 posibles), Los 27 han puesto toda la carne en el asador. El realismo se ha terminado imponiendo a otras consideraciones, y aunque no hay fundamentos para sembrar la alarma, sí los hay para tomarse la situación muy en serio. Eso es, en todo caso, lo que exigen los ciudadanos del club europeo, para quienes la gestión política de la UE resulta casi siempre inescrutable, pero que en esta ocasión debe ser de una transparencia cristalina habida cuenta de que los especialistas están apuntando que el riesgo de contagio de la gripe, aunque sea en su versión más leve, puede llegar a alcanzar un porcentaje que oscila entre el 40% y el 50% de la población.