WMwillones de fumadores empezarán a descubrir hoy cómo es su vida sin poder consumir tabaco en los espacios públicos y en el trabajo. Otros millones de ciudadanos, muchos más, estrenarán su derecho a no ser fumadores pasivos. Ayer los propietarios y clientes de los bares y restaurantes fueron los primeros en detectar la nueva ley a través de los carteles que lucían en los locales.

Sin embargo, las sanciones previstas por la nueva normativa no se empezarán todavía a aplicar. Lo que comenzarán serán las advertencias. Es razonable, ya que no se podía multar desde el primer día teniendo en cuenta la precipitación con que se ha puesto en marcha la reforma legal. Y ocurre, además, algo ya tradicional: las autoridades sanitarias tampoco tienen recursos para hacer cumplir de forma efectiva lo legislado.

De hecho, la función de control, así como la decisión de permitir fumar o no en los pequeños locales de restauración, han sido traspasadas a los propietarios, que deberán asumir las multas si sus clientes incumplen la ley. Es uno de los puntos mas discutibles, junto con la prohibición de las salas de fumadores en los lugares de trabajo, de una ley globalmente apoyada por los ciudadanos.