Se acabó, nuestra Administración acaba de sellar el certificado de defunción de la labor docente. Todos cometemos errores, bien cierto es, pero pocas veces estos son tan perjudiciales y lesivos para una profesión como el acaecido en el IES Ildefonso Serrano de Badajoz. Que los padres y los alumnos tengan derecho a revisión de exámenes está bien y es un derecho que nadie pone en duda pero para eso existen sus cauces dentro del propio centro educativo. Si un profesor, que no es Dios, se equivoca o si se diera el caso hipotético de alguna rencilla personal (los profesores tenemos cosas más importantes en nuestras vidas que dedicarnos a fastidiar a una alumna o alumno), para eso existe algo que se llama departamento , juntas de evaluación etcétera. Cuando una nota es revocada o un aprobado es necesario para presentarse a selectividad la decisión la ha tomado el propio centro a través de los cauces que existen para ello y cuando la Administración ha tomado cartas en el asunto ha sido cuando la nota era objetivamente revisable, es decir, solo se decidía sobre la nota de ese examen. Cuando al parecer y según los datos del centro, un alumno falta a clase, se despreocupa por la asignatura, muestra actitudes disruptivas en el aula o pasa olímpicamente del profesor durante nueve meses, aprobar dicha asignatura supondría reconocer que el docente es un mero gato de escayola que durante ese tiempo se ha dedicado a observar quién asiste a clase y quién no.

XSIMPLIFICANDOx, el docente sería una Nanny cuyo único fin es el de cuidar a menores de edad y en último caso revisar que en tiempo y forma, el día del examen final, que se presenta y demuestra unos contenidos mínimos. Padres contentos, alumnos contentos y cuidado con suspenderme que llamo a mi primo el de Zumosol .

Esa es la educación que nuestros políticos quieren para nuestros alumnos, esa es la vocación de educar y no sólo transmitir conocimientos, esa es la adquisición de competencias básicas tan promulgadas en la LOE donde el objetivo es aprender a aprender y adquirir destrezas durante un ciclo o etapa, esa es la educación para la ciudadanía que procura la integración del alumno en nuestra sociedad como ciudadano y persona plenamente desarrollada, esos son los derechos y deberes del alumno que en este caso han sido solo derechos y ningún deber, esos son los compromisos por la convivencia dentro del aula que favorezcan un clima de estudio y esfuerzo personal, esa es la autonomía pedagógica de los centros para aplicar criterios de evaluación que constan en poder de la Administración y han sido aprobados con anterioridad a su aplicación por la misma, todo eso y más ha sido echado por tierra de un plumazo administrativo por agentes externos al proceso educativo de una alumna que no ha tenido en cuenta ninguna de las leyes educativas anteriormente mencionadas.

En el caso del docente, ¿creen ustedes que ese profesor tendrá autoridad moral para volver a suspender a un alumno sabiendo que potencialmente todos sus pupilos pondrán en tela de juicio su decisión? ¿Cuántos padres de alumnos suspensos presentarán a partir de hoy alegaciones y/o revisiones? Usted que me está leyendo y su hijo ha sacado un cuatro en la evaluación final ¿no está tentado a solicitar una revisión de examen por si acaso cuela aun sabiendo que su hijo no da un palo al agua? ¿Piensa usted que aprobar sin merecerlo es un favor que se hace a su hijo o por el contrario es la peor venganza que un profesor puede ejercer a un alumno? ¿Sabe lo que cuesta aprobar a un alumno sin merecerlo? Nada, ¿y aprobarlo? Mucho esfuerzo y dedicación.

Lo peor es que ese sentimiento de indefensión del docente, falta de credibilidad y falta de respeto a su profesionalidad se transmite a la sociedad y lo que ahora es un éxito para los derechos fundamentales de los alumnos, según algunos (principalmente ese 33% que engrosa el fracaso escolar y que tanto asusta a nuestra consejería) significa el principio del fin de la labor docente.

Anuncios por la radio, panfletos en los centros, ordenadores, planes de refuerzo- no entiendo cómo la Administración paga a docentes cuando lo que quiere son conserjes o cuidadores que no alteren los ánimos de los votantes y que reduzcan las cifras de la incompetencia de otros, a 40 euros la hora o a 100. Desde ANPE estamos cansados que a los docentes se nos pague el insulto.

Buenas noches y buena suerte, que falta por desgracia, nos va a hacer.

*Responsable de Acción Sindical y Comunicación de ANPE en Cáceres.