Periodista

Una cosa es la lucha antiterrorista y otra muy diferente que un rey se escude en el terrorismo para suprimir toda disidencia hacia su régimen, que es lo que acaba de hacer el monarca alauí, Mohamed VI, al anunciar medidas contra la libertad de expresión en Marruecos tras los atentados de Casablanca.

"Ha terminado la era de la laxitud", ha proclamado el rey. Que se lo digan al jefe de los comandos que perpetraron esos atentados, muerto por haber sufrido "problemas de salud" mientras era interrogado en la cárcel. Más que problemas de salud, Marruecos ha padecido hasta ahora problemas de libertad. Y lo que va a suceder de ahora en adelante va a ser más dañino aún para su salud... democrática.