TUtna tarde de abril, fría y desapacible, mientras leemos el periódico, con la tele de fondo, la sintonía de un avance informativo nos sobresalta. Estamos tan acostumbrados a que las interrupciones televisivas no traigan nada bueno, que nos tememos lo peor. Pero no, este domingo, con el gobierno recién estrenado, la interrupción está provocada por el anuncio de la vuelta de nuestros soldados de Irak. Buena noticia, que incluye su comunicación al líder de la oposición y la convocatoria de un pleno en el Congreso. Es el colofón del recuerdo a las víctimas, la visita a los heridos y el ramo rojo en Atocha. Es, además, el cumplimiento de una promesa. ¿Para qué esperar al lunes? A los problemas, soluciones.

Qué diferencia con la actitud de otros que anteponían las aficiones a la obligación. ¿Lo cazan?

Bien terminó la semana con la entrega de los San Pancracio´s y bien comienza ésta con el anuncio del adiós a las armas en Irak, que suena tan maravillosamente como la Beri Beribimba y las voces de Rosario Cruz, Alonso Torres y Gene García, sin olvidar el buen hacer de Jimmy Roca. Eventos así son buenos cimientos para intentar lograr el anhelo del liderazgo cultural, compartido, en el 2016.

*Maestro