WAwlgo se mueve en el mundo de la llamada izquierda aberzale y sería poco inteligente no valorar el paso dado por Batasuna --organización ilegalizada, recuérdese-- en la declaración hecha pública ayer en un multitudinario acto político en San Sebastián.

La coalición liderada por Arnaldo Otegi parece haber entendido que la patente debilidad de ETA, por un lado, y el clamor contra el terrorismo en el seno de la sociedad vasca, por otro, aconsejan buscar alguna salida --dar un "salto cualitativo", en su peculiar jerga-- que no relegue a Batasuna al triste papel de comparsa política de los violentos. Por eso ayer se comprometieron a tomar "las medidas necesarias" para llegar a una consulta a los vascos "en condiciones pacíficas y democráticas".

Como era de esperar, los líderes de Batasuna no llegaron a condenar el terrorismo y mantuvieron el lenguaje habitual, según el cual hay que "desmilitarizar el conflicto". Pese a ello, sería bueno que las fuerzas democráticas analizaran con cautela el contenido de la propuesta de Batasuna antes de mantener la actual política de dureza. Porque la pacificación de Euskadi pasa también por dar un papel en el juego político a esa cerril izquierda que representa Otegi.