Celestino Corbacho, ministro de Trabajo, ha recomendado tener planes privados de pensiones. La idea no me parecería descabellada si no conociera bien el funcionamiento del citado producto bancario. Lo que no sabe el señor ministro es que, ante una crisis económica como esta, los planes de pensiones no están protegidos por el fondo de garantía de depósitos. Los planes de pensiones se invierten en fondos que fluctúan con la bolsa y pueden llegar a acumular pérdidas cuantiosas. En caso de una caída brusca y continua, uno puedo ver mermado su futuro económico de forma dramática y, a pesar de ello, no habrá ningún respaldo bancario para recuperar dicha pérdida. Yo contraté un plan de pensiones hace ya bastantes años. Ahora tengo 43, y debido a la precariedad laboral, las aportaciones nunca fueron copiosas, aunque sí constantes. Llegué a reunir unos 6.000 euros, pero en el punto más negro de la crisis, mi plan --que no yo-- perdió 800 euros en un mes; un 13%. Perdí todos los intereses y parte del capital aportado.

Hace unos meses, envié una carta a cargos del Gobierno, entre ellos Corbacho. En ella proponía, como idea para afrontar los problemas de las pensiones y de la Seguridad Social, que cualquier ciudadano pudiera hacer aportaciones voluntarias a su futura pensión obligatoria, la que paga el Estado. No acepto que me digan que no es posible, ni tampoco que es una competencia desleal con la banca privada. ¿Acaso el Tesoro no emite bonos que compiten claramente con otros productos comerciales? Por supuesto, no ha recibido ni una sola respuesta; supongo que ni llegaron a leer la carta. Ruego al señor Corbacho que la lea.

Alejandro J. Pérez Morán **

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